Cuando se menciona el cáncer de pulmón, la asociación más rápida es con el tabaco. Sin embargo, muchos de los pacientes de esta enfermedad nunca han fumado o consumido este producto.
“Se considera no fumadores a quienes han fumado menos de 100 cigarrillos en toda su vida y esto representa entre el 10 y 20% de todos los casos de cáncer de pulmón” explica Diego Kaen, médico oncólogo (MP 1898), especialista en cáncer de pulmón y presidente de la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC).
Este no es un dato menor. Según datos de la IARC, esta enfermedad es la causa principal de muerte por cáncer en hombres y la segunda en mujeres a nivel global: duplica la mortalidad del cáncer de hígado, de colón y es más alta que la de los cánceres de mama, páncreas y próstata combinados.
La importancia de la detección temprana
El cáncer de pulmón se divide en dos tipos: el de células pequeñas, que solo representa el 15% de los casos y que tiene menos avances en los tratamientos una vez en etapa avanzada, y el de células no pequeñas, que puede ser “epidermoide” o “adenocarcinoma” (este último es el más frecuente).
De acuerdo con el estadio de la enfermedad, las opciones de tratamiento varían entre cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia.
“Aunque el riesgo es mayor en fumadores y/o exfumadores, es fundamental que todas las personas se realicen los chequeos correspondientes todos los años ya que los síntomas suelen ser tardíos o inespecíficos”