Tal como estaba previsto, el cortejo partió a las 9.30 de la mañana desde la sala funeraria “Lestrade”, ubicada en la calle 3 de Febrero al 700, en el partido bonaerense de San Fernando, con destino al cementerio local, a unas 30 cuadras de distancia de la casa velatoria.
El cuerpo de Barbieri fue velado este viernes por la tarde en la citada cochería. Allí se hicieron presentes familiares, amigos y vecinos para darle el último adiós a Mariano, tras una convocatoria a través de la cual se agradeció el acompañamiento “en este terrible momento”.
Previamente, los restos de Barbieri fueron sometidos a una autopsia que reveló que el ingeniero murió por una lesión de arma blanca en el tórax, de entre 6 y 7 centímetros y a la altura del corazón.
A lo largo de la jornada angustiante y de profundo dolor, los abrazos de consuelo en la puerta de casa de sepelios se repitieron una y otra vez. Por su parte, en la vereda se colgó un cartel con un reclamo de justicia. “#JusticiaPorMarianoBarbieri”, rezaba la leyenda del letrero, escrito en letras rojas y blancas sobre un fondo negro.
En diálogo con Infobae, Gerardo —uno de los amigos de toda la vida en San Fernando— recordó a Mariano: “Era divino, pulcro, sin vicios, una persona llena de luz. Estaba lleno de proyectos, acababa de ser papá… No se merecía esto. Lo único que pedimos es justicia, que haya avances en la causa”. Y reclamó: “Sabemos que mañana va a haber otro Mariano. Esto tiene que cambiar”.
“Era único, una persona excepcionalmente buena”, agregó otro amigo de la infancia que viajó desde Bariloche cuando se enteró de la triste noticia.