Un hombre de 44 años murió en Rafaela, Santa Fe, a causa de una neumonía bilateral derivada de psitacosis. La enfermedad, conocida como “gripe del loro”, es una patología infecciosa aguda y generalizada causada por la bacteria Chlamydia psittaci, que transmiten las aves.
A fines enero cuatro personas integrantes de una misma familia debieron ser internados en el hospital local Dr. Jaime Ferré, tras haber presentados síntomas de la infección que se habían contagiado a través de un loro que llevaron a su casa como mascota.
Según confirmó el Ministerio de Salud de Santa Fe a Infobae, de las cuatro personas internadas por cuadros de neumonía, uno falleció, otro permanece en terapia intensiva con respirador y otros dos pacientes fueron dados de alta en los últimos días.
La familia había adquirido un loro como mascota, el animal enfermó y falleció. Dos días más tarde, los afectados presentaron síntomas similares a un cuadro gripal con compromiso respiratorio y fueron atendidos en el hospital local. La infección por psitacosis tiene un período de incubación promedio de 10 días, que suele comenzar con fiebre, cefaleas, astenia (cansancio corporal) y puede desencadenar una neumonía.
Si bien la enfermedad es conocida como psitacosis por su vinculación con los loros, los infectólogos prefieren utilizar el término ornitosis (relativo a las aves) ya que se transmite a través de animales enfermos como el mencionado loro, cotorras, papagayos, canarios, jilgueros y palomas.
Las aves eliminan la bacteria Chlamydia al medio ambiente a través de fluidos corporales como secreciones oculares, excrementos secos, secreciones respiratorias y polvo de las plumas. Estas secreciones al secarse permanecen en el aire y son aspiradas por las personas, que de esta forma se infectan.
Por eso, Sebastián Torres, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud santafecino había señalado en Infobae que las personas “no deben llevarse animales como loros, palomas o cotorras silvestres a las casas, ya que no deberían considerarse mascotas domésticas”.
El funcionario destacó que “la bacteria puede estar presente en algunas aves y en otras no. Es importante saber que no todas contagian, en algunos casos el contacto con los fluidos contaminados son los que transmiten la enfermedad”.