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22 abril, 2025, 10:13

Un silencio de casi tres años y las lágrimas de su madre: por qué decidió declarar Máximo Thomsen

Quiero pedir disculpas principalmente porque jamás en la vida se me hubiese ocurrido matar a alguien”, dijo Máximo Thomsen ante el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 segundos después de que su madre, Rosalía Zárate, citada a declarar como testigo en la jornada número once, se retiró de la sala. Después de dos años y diez meses de silencio, y de escuchar llorar a su madre durante casi ocho minutos, el más complicado de los imputados por el crimen de Fernando Báez Sosa, primero se secó las lágrimas y después declaró.

Aunque no estaba confirmado por parte de su abogado, Hugo Tomei, desde temprano se especulaba con la posibilidad de una declaración suya. “Estaba buscando el momento para hablar y, después de escuchar a su madre, decidió hacerlo. Quería desahogarse”,

Durante las declaraciones de Juan Pedro Guarino, uno de los dos sobreseídos, y de T.I.C., el joven de Zárate señalado como el “rugbier número 11″, Thomsen le hizo varias señas a su defensor. En esos momentos Tomei se acercó a él para intercambiar diálogo de cuclillas y al oído. Supuestamente, la palabra de su madre sirvió para allanar el camino.

La última vez que Thomsen declaró ante la Justicia fue el 19 de febrero de 2020. Ese día el acusado se negó a responder las preguntas que le formuló la fiscal Verónica Zamboni acerca del asesinato de Fernando. “No (voy a responder) porque no confío en la fiscal porque se nos mintió desde el primer día. Voy a presentar un escrito”, dijo.

En marzo de 2022, al igual que el resto de los ocho imputados detenidos en la Alcaidía N°3 de Melchor Romero en La Plata, Thomsen se rehusó a someterse a las pericias psicológicas y psiquiátricas. “No me siento cómodo ni seguro en hacer una evaluación por el hecho de que ya violaron muchas cosas privadas mías y no quiero que vuelva a pasar”, sostuvo ante los peritos oficiales y el perito propuesto por la defensa, Agustín Costa Shaw.

Este lunes, si bien pidió declarar, la estrategia no fue muy diferente. Se limitó a dar su versión de los hechos y, cada vez que se le preguntó por el resto de los imputados, contestó con la misma frase: “No voy a responder por otra persona”.

La previa

Eran las 17.29 horas cuando Rosalía Zárate, la madre de Máximo Thomsen, ingresó a la sala para declarar como “testigo de concepto”. La mujer de profesión arquitecta, que se desempeñó como secretaria de Obras Públicas de la ciudad de Zárate hasta el momento del crimen, había llegado al Palacio de los Tribunales de Dolores a las 9.15, en compañía de su hijo, Francisco.

Su testimonio ante los jueces María Claudia Castro, Christian Rabaia y Emiliano Lázzari duró ocho minutos en los que repasó cómo era la vida de su hijo hasta el 18 de enero de 2020. “Lo que más amaba era hacer deporte. Su papá y yo nos separamos cuando él tenía seis años. Siempre fue mi compañero”, sostuvo.

También contó que, desde hace dos años, está enferma de cáncer y que está haciendo tratamiento. “Fueron muchos los insultos, empecé a sentirme cada vez peor, cada vez más angustiada, y ahí me enfermé. No quería salir de mi casa. Hasta que un día no aguanté más el dolor y me fui a atender. Me hicieron un estudio y me dijeron que tenía algo malo. Luego me derivaron a un médico que me dijo que tenía cáncer. Me operé, me hice rayos y quimioterapia. Todavía sigo en tratamiento, lo dejé para poder venir acá. Lo único que hago es salir de mi casa para ir a ver a mi hijo al penal e ir al médico. Así (estoy) hace dos años”, explicó Zárate entre lágrimas.

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