Franco Corazza iba a ser el último testigo del día, pero al igual que la novia de Fernando Báez Sosa, Julieta Rossi, no se encontraba en condiciones anímicas para declarar, por lo que se dio concluida la segunda jornada por el juicio contra los rugbiers.
“Graciela está mejor”, susurró Fernando Burlando sobre el estado de salud de la mamá de la víctima, quien se descompensó mientras declaraba uno de los amigos de su hijo y debió ser atendida en una sala contigua al juicio por paramédicos: le subió la presión.
Tras el incidente de salud de la mamá de Fernando, Ignacio Vaudagana ingresó a la audiencia y se sentó ante los jueces del Tribunal Oral Criminal N°1 de Dolores. Se trata del noveno testigo de la segunda jornada y el octavo amigo de Fernando en contar lo que sucedió la noche del crimen.
Lucas Begide se convirtió este martes en el octavo testigo del juicio y en el séptimo amigo de Fernando Báez Sosa en contar bajo juramento lo que sucedió la noche del crimen. Habló de la pelea fuera del boliche Le Brique y apuntó contra Ayrton Viollaz, dijo que le dio una piña. Además, sostuvo que Máximo Thomsen le pegó una patada en la cabeza a Fernando.
Justo en ese momento, Graciela Sosa, la mamá de Fernando, se descompensó y debió salir de la sala, debió ser asistida por dos paramédicos porque le subió la presión. Fue atendida en una sala contigua y se quedará allí por el momento.
Silvino Báez, papá de la víctima, por su parte, regresó solo a la audiencia luego de haber acompañado a su mujer.
El testimonio de Tavarozzi provocó la reacción de los rugbiers, quienes se mantuvieron hasta esta tarde inmutables durante las dos jornadas del juicio. “En mi mente tengo recuerdos nublados. Había gritos y arengas. Le pegaron una trompada a Julián García, pero no recuerdo quién fue. A Lucas Filardi también le pegaron”, relató el amigo de la víctima.
En ese momento, Enzo Comelli y Máximo Thomsen se inclinaron desde la segunda fila donde se ubican en la sala de audiencias. Su abogado Hugo Tomei, al ver esto, se puso de pie, salió de atrás de su escritorio y se inclinó hacia el piso para escucharlos. Fue un minuto, pero marcó el primer quiebre del grupo.
Luego, explicó que el ataque los tomó desprevenidos. “Estábamos esperando que salgan del boliche un par de amigos más para irnos. Cuando lo vi a Fer sin zapatillas y sin camisa. Pensé que querían robarle”, reveló. Luego, dejó la sala.
Federico Martín Tavarozzi fue el sexto amigo de Fernando Báez Sosa en declarar y el séptimo testigo de la segunda jornada. Fue clave: reconoció afuera del boliche a uno de los agresores. “Tenía cara aplanada. Lo identifiqué en el momento y en la rueda, era Luciano Pertossi. Revoleaba patadas y trompadas. A todo lo que no era de su mismo color le pegaba”, dijo.
Tavarozzi recordó que esa noche se abrió del grupo de amigos para atender su celular y por eso vio el ataque desde atrás. “Me consterné. Vi un par de piñas y, de pronto, el próximo recuerdo era Fernando tumbado y con asistencia, y mis otros amigos lastimados llorando”.
Tomás Dalessandro fue el siguiente en sentarse a testificar ante los jueces que juzgan a los rugbiers. El amigo de la víctima habló durante 25 minutos sobre lo que sucedió fuera del boliche Le Brique: “Veo que le van a pegar Fernando, él cae y yo trato de defenderlo. Cuando intento separar ligué tres trompadas y quedé boca abajo como agachado, y ahí me empiezan a pegar”, recordó.
Dalessandro, entonces, relató cómo siguió todo: “Me agarré de las piernas, del pantalón de uno de los agresores. Después, me solté y me pegaron una patada y, cuando me reincorporé, quedé cara a cara con un sujeto de contextura robusta”. En ese punto diría que, a partir de los videos, lo identificó como Lucas Pertossi.
Además, dijo que a Fernando le gritaron: “A ver si volvés a pegar, negro de mierda”. Le consultaron si podía decir quién se lo dijo, y el testigo sostuvo: “Comparando con las imágenes que veo en internet, al que dijo esa frase lo identifico como (Matías) Benicelli”. Tras ello, refirió que se dio vuelta y lo vio a su amigo “boca arriba y ensangrentado”. Él, por su parte, fue al hospital. “Tenía el labio cuasi partido, el ojo morado y golpes en el cuerpo”, contó.
La querella quiso que el testigo identifique a quienes nombró de entre los imputados, ya que sus dichos fueron sobre videos. Pero la presidenta del tribunal se lo impidió y recordó ya lo había hecho en las ruedas de reconocimiento.
Luego de identificar a Luciano Pertossi y Ayrton Viollaz en la pelea, Fernando Raulera, el amigo de Báez Sosa, se refirió a la paliza mortal que recibió su amigo. Ante los jueces declaró: “Fue un ataque feroz y sin piedad. Muchos gritos, una locura”.
No fue lo único que contó Raulera sobre cómo atacaron a Fernando frente al boliche Le Brique de Villa Gesell. Sino que apuntó contra los imputados: “Cada vez que decíamos que paren, le pegaban con más saña”.
Más tarde, Hugo Tomei lo interrogó:
HT: -¿En algún momento pesás que las personas de las que estás hablando estaban alcoholizadas?
FR: -No lo pensé, y no lo sé.
El abogado leyó lo que había declarado inicialmente. Allí, el joven deslizaba que los agresores podrían estar alcoholizados. Después, le preguntó si vio las noticias del caso. Raulera le contestó que sí. Por lo que el letrado, repreguntó: ¿”De dónde sacó los nombres de Luciano Pertossi y de Ayrton Viollaz’”. Lo mismo que había hecho con otro de los amigos de Fernando que se sentó frente al estrado. Este testigo, al igual que anterior, refirió que lo hizo de las noticias.