Nadie de la actual generación que vamos al Río Paraná pudimos ver antes algo igual que lo que apreciamos el domingo 2 de enero de 2022, cuando el nivel en el hidrómetro de Puerto Reconquista bajó hasta los 52 centímetros, 8 cm menos que el 15 de agosto de 2021, cuando fue la anterior marca histórica. Este lunes medía 59 cm, pero ya estaba bajando a la altura de Empedrado.
Puerto Iguazú estuvo el domingo en 3 metros, y comenzó este lunes con 3,20 m.
La bajante extraordinaria del Río Paraná y de toda la Cuenca del Plata está ingresando al tercer año consecutivo de marcas extraordinarias, y no hay nadie que pronostique un cambio inmediato. Según el Instituto Nacional del Agua, INA, “prevalecerá próximamente una condición general de disminución de los caudales entrantes al tramo argentino del río Paraná. Los niveles fluviales continuarán en la franja de aguas bajas. La tendencia climática al 28 de febrero de 2022 es aún desfavorable”.
La mejor versión del río con este nivel son sus inmensos arenales, convertidos en kilométricas playas.